por Sarah Quinter
La intersección bulliciosa de Myrtle Avenue y Broadway es el último lugar donde uno esperaría encontrar huertos lleno de frutas y verduras orgánicas, pollos y patos picoteando en el suelo, o niños aprendiendo sobre el abono y las abejas. Sin embargo, a sólo dos cuadras de en una pequeña calle llamada Stockton, usted puede encontrar todo esto y mucho más.
Bushwick City Farm se encuentra en 354 Stockton Street y Lewis Avenue, que sería siendo técnicamente Bedford-Stuyvesant, ya que esta en el otro lado de Broadway. Sin embargo, el nombre sigue debido a que había originalmente dos jardines, uno que se encontraba justo dentro de las fronteras de Bushwick y que ya no existe. La granja, que comenzó originalmente en 2008, tuvo que cerrar cuando el propietario del lote, donde este localizado, decidió construir un edificio residencial/comercial en ese sitio. Aún así, el jardín más grande en Stockton permanece.
Al acercarse a la granja, uno pone atención a los girasoles que emergen poderosamente con los edificios de ladrillo como fondo. En el interior, hay un gran kiosco con mesas de picnic, una parrilla, y hasta una biblioteca. La estructura fue construida a mano el pasado invierno del 2013 por estudiantes de intermedio y la secundaria a través de un programa llamado Taller Urbano. Hay huertos hexagonales, un gallinero grande, contenedores de abono, una colmena, y enrejados para las vides. Todos han sido construidos principalmente con materiales de segunda mano o reciclados. Jason Reis, uno de los voluntarios mas involucrados con la granja, me mostró los tomates, maíz, berza, hierbas, arándanos, y otros cultivos. Una mujer del vecindario, Elsie, estaba cuidadosamente quitando las pequeñas semillas de las vainas de la berza ya que iba a guardarlo para que sean cultivados el próximo año. Los niños jugaban en el centro de la granja, salpicándose el uno al otro en la piscina y inventando sus propios juegos.
Hablé con Jason mientras rodrigaba los tomates un domingo caluroso por la tarde. Él describió los objetivos de la granja Bushwick City como: proporcionar comida gratuita para los residentes de la comunidad, crear un espacio comunitario, y promover la educación y el aprecio a la agricultura ecológica en un entorno urbano. Todo en la granja es comunal ya que personas cultivan lo que pueden, cosechan lo que les gusta y si pueden donan su tiempo a colaborar en la granja. Los domingos, se regalan los huevos de las gallinas. A través de un par de subvenciones del Citizen’s Committee for NYC pueden cubrir gastos como el alimento de los pollos y alquileres del taller de carpintería pero casi todo lo demás se sustenta con puro ingenio.
La granja ha avanzado mucho viendo que hace tres años era un lote lleno de basura. El propietario de la parcela permite que la gente lo utilice pero también es una realidad que puede optar por venderlo o construir sobre el sitio en cualquier momento. Como muchas cosas en Bushwick, la finca es hermosa, pero también precaria ya que a simple vista parece que la mayoría de los voluntarios son blancos y no originalmente del barrio. Aunque está claro que ellos están dedicados a crear un espacio inclusivo para todos dado que hablan en español e inglés y parecen conocer muy bien la mayoría de los niños.
Jason explicó que la granja estaba definitivamente allí para servir a los niños, sin embargo, a veces se sentían abrumados cuando muchos de los padres dejaban a sus hijos y no había suficientes voluntarios para supervisarlos. Regrese el siguiente fin de semana durante una parrillada para el día de los Padres, que también funciono como un esfuerzo para conseguir más participación por parte de los padres. Algunos padres estaban allí al igual que algunos voluntarios, pero todos coincidieron en que más padres tenían que involucrarse. Hablamos de las dificultades de hacer que la gente se ofrezca como voluntarios en comunidades donde se vive muchas adversidades pero con el acuerdo en que todavía era importante intentar. Los padres con los que hablé dijeron el estar agradecidos que sus niños puedan aprender y vivir la experiencia del “círculo de la vida” al cuidar de los animales y las plantas en Bushwick City Farm.
Los niños y adolescentes con los que hablé expresaron claramente su entusiasmo por pasar tiempo con las plantas, los pollos y poder jugar con sus amigos en un lugar seguro. La mayoría de ellos han estado viniendo desde la creación de la granja y animan a otros a disfrutar y apoyar el proyecto. Hablé con una visitante de Alemania, quien dijo que no había nada que se le parezca de dónde venía. Ella se inspiró para ver el lugar por sí misma cuando ella estaba planeando su viaje a los Estados Unidos y vio un programa de televisión sobre Bushwick City Farms. Hubo una gran cantidad de diversidad aquel día en cuanto a la edad, la etnia, la religión, y más, todo en un ambiente muy familiar.
Los voluntarios me dijeron que también estaban trabajando para apoyar otras iniciativas de huertos comunitarios en el barrio, específicamente de el jardín en la calle Jefferson, Juan el Bautista Jardín, así como una iniciativa por parte de algunos residentes de NYCHA en Myrtle Avenue. También expresaron su interés en apoyar esfuerzos a favor de los derechos del inquilino y otro activismo local. Mirando hacia el futuro, ellos tienen la esperanza de organizarse mas aun (aunque las cosas parecían estar funcionando bastante bien), conseguir voluntarios más comprometidos, producir más alimentos y conservar más semillas. Bushwick City Farms está abierto desde las 11:30 am hasta el atardecer los sábados y domingos. Venga y disfrute de ella, y si puede ser voluntario, sería mejor aun.